Anuario 1998

De repente surge en el escenario mundial un hecho nuevo prometiendo abrir una nueva era en el sistema de comunicación entre los hombres.

Se alió el computador a los recursos de la telefonía y de la radiotelefonía, se crearon programas adecuados a la integración de la universalidad de los computadores y vemos ahí a INTERNET, un sistema que se viene tornando cada vez más universal, un poderoso vehículo aproximando a las personas, sea en el campo del conocimiento, sea en el campo de los negocios, sea incluso en el terreno de los intercambios afectivos a través de mensajes escritos, visuales y sonoros.

Se conecta un computador a una línea telefónica suplida por una central proveedora y ¡listo…! se abren las puertas de este sistema fantástico de comunicación para aproximarnos a una porción ya muy significativa de la Humanidad: dicen que son cerca de 20 millones de personas, de todas partes del mundo, conectadas al sistema.

Se puede imaginar, pues, la importancia que el hecho pasa a tener para cada uno de nosotros, los que estamos interesados en acercarnos a nuestros semejantes para recoger sus mensajes y pasar los nuestros en el inmenso campo de la divulgación de las ideas y de los ideales más nobles del ser humano.

Naturalmente, cada uno ve el sistema dentro de su circulo de intereses. Los que se quieren ilustrar, obtienen grandes conocimientos literarios, científicos y prácticos en las inmensas fuentes de informaciones de todos los tipos. Los que quieren comprar y vender encuentran allí una infinidad de productos, negociando, de un país a otro a través de simples tarjetas de crédito que formalizan automáticamente las ventas.

Nosotros, los que estamos empeñados en la divulgación de la Doctrina Espírita, que vemos en esta divulgación un medio de ayudar a la Humanidad a avanzar en el terreno de sus conquistas espirituales, disponemos también de valiosa oportunidad de usar el sistema para este fin.

Además de todo el conocimiento espirita que podemos exhibir en las pantallas de los computadores interconectados, podemos establecer Librerías Virtuales -virtuales porque aunque se pueden ver no tienen cuerpo real pudiendo el interesado examinar los libros, analizar el resumen de su contenido, conocer sus precios y modo de adquisición, y como se dice, hacer su compra desde su propia casa, en cualquier país del mundo, hasta con tarjeta de crédito, recibiendo los libros en su domicilio.

Sin duda, que es una revolución y de cierto modo, por lo menos para nosotros, inesperada.

Pero ahí está ella y las sociedades espíritas más representativas ya se hicieron presentes con su home page, tomando posesión de este valioso instrumento de divulgación y de integración que el Señor de la Vida nos colocó en las manos.

Nosotros también estamos allá, con nuestra presencia marcada especialmente por la divulgación de la obra de Allan Kardec.

Así, querido lector, al hacerle entrega de esta edición del ANUARIO ESPIRITA-la de 1998- faltando apenas dos años para la edición del año 2000, en la entrada del Tercer Milenio, es con satisfacción que le informamos que esta página y noticias de esta edición, ya pueden ser encontradas en Internet, en nuestra dirección, a saber: www.mensajefraternal.com

LOS EDITORES

Este libro esta en proceso de digitalizacion, al momento de culminar, sera lanzado por nuestra pagina principal para su descarga y estudio