La noticia de la desencarnación de nuestro amado hermano y amigo Francisco Cândido Xavier acaecida el 30 de Junio de 2002 y los comentarios y pareceres que generó, ocupa un lugar amplio y destacado en esta nueva edición — la del Anuario Espírita 2003. Sin embargo, una vida tan rica en hechos y ejemplos no puede resumirse en unos cuantos artículos. Esperamos que la marcha inexorable del tiempo recoja su historia completa y así, poder evaluar, integralmente, la estatura y el porte moral de este brasileño universal.
Desde este órgano doctrinario e informativo hemos seguido sus pasos que siempre se han constituido en sabias lecciones para cuántos tuvimos la dicha de verle y oírle. En los momentos más difíciles buscamos su consejo prudente,
su entusiasmo vital, su apoyo decidido y leal. ¡Nunca nos defraudó! El amor a Dios, al Prójimo y a la Naturaleza, el silencio y la humildad, el estudio y el trabajo, el servicio constante al necesitado de todo orden y la entrega total de su vida a la misión que le fue encomendada, son algunos de los rasgos predominantes de su fecunda personalidad.
Su fidelidad a Jesús, su vivencia del Evangelio, la firmeza y amplitud con que ejemplificó los postulados de la Doctrina Espírita, han hecho de él un digno y eximio representante de los valores más nobles que nos dejaron los Espíritus Superiores a través de la pluma del insigne Maestro Allan Kardec.
Nuestra publicación lamenta la pérdida de un gran médium que fue su apoyo y sostén por muchos años y se regocija porque ha ganado a un Mentor Espiritual.
Queridos lectores: Sigamos su ejemplo total. Transformemos nuestras vidas para ser más eficientes completistas (*) en el servicio que prestemos. Que los cuatrocientos dieciocho libros que recibió, aunado a los valores superiores que demostró poseer y compartir, sean fundamentales en la construcción del Hombre Nuevo, amoroso, útil, sano y puro, que merecemos y necesitamos ser. Por otra parte, felicitamos al Director y a todo el personal del Instituto de Difusão Espírita porque nuestro hermano mayor el Anuario Espírita, en idioma portugués, –ambos hijos dilectos de Chico Xavier–
está cumpliendo cuarenta años de su publicación inicial a comienzos de 1964. De esa fuente bendita y generosa extraemos y transcribimos numerosos artículos que conforman nuestras ediciones, desde 1986, hasta la fecha.
Finalmente suplicamos a los amados lectores de estas páginas que continúen orando por nosotros para que podamos seguir publicando y distribuyendo esta modesta obra de amor que llega hoy a tus manos.
Caracas, Venezuela, 31 de diciembre de 2002.