Amigo lector,
Se cuenta que Tiresias, el sabio, ya muy anciano y casi ciego, acostumbrado al contacto con la multitud, se reunía con numerosas personas en las plazas de Tebas, de cuya grandeza aún quedan las ruinas de varias ciudades, entre las cuales se destacan Luxor y Karnak, para comentar sus recuerdos a los circunstantes en gran número, que lo escuchaban con atención. Tal era la conexión del orador con el espíritu popular, en las narrativas y anotaciones de las que él se hacía mensajero, que su presencia es recordada hasta hoy en la memoria de la humanidad. Muy similar a la conexión de este sabio con la mente del pueblo es la identificación de Hermano X, el culto escritor brasileño, que supo cultivar en la comunidad de nuestra Patria la admiración y el respeto. Este libro te trae, lector amigo, la personalidad original, instruyéndonos y edificándonos al mismo tiempo. Para reconocerle la altura de la inteligencia y la nobleza de la cultura noblemente conducida, te entregamos este volumen, volumen que nos hará sonreír y meditar.
Emmanuel Uberaba, 18 de junio de 1989